De fábrica

Se supone que nadie nace sabiendo (las suposiciones igual que las comparaciones son poco recomendables),  desde bien jóvenes nos dedicamos a aprender lo que los adultos nos enseñan (algo también aprenden con nosotros) así como de las experiencias vividas, y luego somos nosotros los que enseñamos a la generación que damos la vida (y nos enseñan), repitiéndose esto en cada ciclo y en la naturaleza pasa igual, una eterna simbiosis. Sin embargo, como decía, no es así del todo, aquello que viene con nosotros «de fábrica», eso que sabemos de manera espontánea, sin saber cómo ni cuando lo adquirimos, nuestros rasgos de carácter, nuestros dones y talentos, lo que nos distingue del resto, es aún un misterio y una maravilla. Sigue leyendo

Temperamento

Nadie necesita subirse a una silla para llamar la atención, ni salir de su casa gritando, lo único necesario es pisar con fuerza en cada paso, caminar con seguridad y sabiendo a donde vas, entiendo que no es un saber consciente, sencillamente caminas y te dejas llevar por tu corazón y tu intuición, tanto en el sentido metafórico como en el literal de la vida.FB_IMG_1468248311437

Hay un tipo de personas que quizás no saben donde van, sencillamente se dejan llevar, fluyen y van tan erguídos y seguros que nadie les tosería al pasar, ¿quién se atrevería a llevarles la contraria e incluso bloquear su camino? me gustan las personas así, ¿a quién no?, Sigue leyendo

Huellas. Parte 1

«El camino era lo único en lo que pensaba, iba dejando atrás experiencias, días y los sueños en los que se recreaba cada noche sin importar si alguno se cumpliría, sólo por el intrínseco placer de imaginar otros mundos,
situaciones, personas y noches estrelladas iluminadas con el tintineante haz que emanaba cada astro en el infinito.

FB_IMG_1449353116718Sentía que en el transcurrir de cada pisada parte de ella quedaría en las huellas que Sigue leyendo

Reciclaje

Cuando era pequeña y estaba en el colegio o en cualquier evento y alguien pedía un voluntario/a  para una demostración e incluso algo que no se sabía qué iba ser, yo siempre levantaba la mano. Con 2-3 años mis padres me llevaron al circo, y pidieron niños para subir al escenario a bailar con el grupo que iba a actuar, no eran cualquiera, era la actuación de ¡»Monano y su banda»! 11480298(quizás alguno/a de mi quinta o algo más mayor se acuerde de ellos, mi padre me compraba sus discos) pues rauda, veloz y emocionada me levanté y me escapé, ¿qué quiero decir con esto? A parte de que bien pequeña tenía mucho peligro, en el buen sentido de la palabra, nunca he sido una persona con «miedo a lo desconocido», todo lo contrario, ahí donde veía una oportunidad de aventura me ofrecía para la experiencia, no recuerdo si he llegado a arrepentirme en alguna de esas ocasiones, la verdad, pero alguna que otra anécdota sí podría contar.. Sigue leyendo